Barcelona!


Jueves, 23:30, y en vez de estar en el Húmedo, nos metíamos en un Bus llamado Franco, con destino a Barcelona... Durmiendo poco, con cánticos chilenos al fondo, y la película de los Increíbles amenizando los primeros kilómetros… Y en plena noche, cuando todos echábamos una cabezada, un ciervo cruzaba la carretera en campos de la Rioja... y por el micrófono se escucha... "Hemos pillado un Bambi" ahhh vale, ya estoy más tranquilo.... Asustado ya para el resto del viaje!! Y más cuando al llegar, el autobús se atravesaba en una calle y algunos tenían que bajar a mover unos coches, ¡que pese a tener alarma, nada de nada, allí ni sonaba ni pasaba nadie!



Un paseo por el casco antiguo, nos llevó a visitar la Casa Milá (La Pedrera), y con Victor y Óscar con el micrófono, todos entendieron que AEGEE-León es una asociación de jóvenes para jóvenes... Y luego tiempo libre y para el albergue a tumbarnos unos minutines, antes de salir de fiesta... El mejor día de fiesta de todo el viaje! Todos bailábamos, todos cantábamos... no sé, todos teníamos muchas ganas de fiesta!! pero que lo explique mejor Adrián... jejeje... A altas horas cogimos el metro y a dormir un par de horas, que el sábado por la mañana había que madrugar!!


Y es que había que pasear por el Parque Güell, todos sentados, perdidos entre la gente... y más tarde a la Sagrada Familia, para ver que no se podía subir a una torre, pero se vio cómo se construye una catedral... Y como se acabó pronto, tuvimos tiempo libre hasta coger el bus y subir al Castillo de Montjuic, donde vimos la panorámica de Barcelona desde el lado contrario a lo que habíamos visto por la mañana donde el lagarto multicolor y las columnas tumbadas.




Tras el Castillo bajamos al Estadio Olímpico y pese a estar en obras, como la fachada de la Catedral donde se casó una Infanta, pudimos entrar y tratar de entender los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. Y más abajo estaban las Fuentes, las Mágicas, las de música y color, y allí se hizo de noche, una noche en la que al llegar al albergue, cayeron la mitad de los Erasmus y salió menos gente, pero también lo pasamos bien, haciendo los Ice Breaking games con el grupo que iba con los organizadores...


Y a la mañana siguiente, que teníamos libre hasta las 13:30, que nos encontramos en la estatua de Colón, cada uno hizo lo que más quería, como visitar el casco antiguo, ver algún museo, en Nou Camp, pasear por las Ramblas, ¡o incluso ir a la playa!


El viaje de regreso fue muy cansado, con resaca, durmiendo casi toda la gente y recordando todo lo vivido los días anteriores, porque Barcelona ya quedaba atrás y ahora tocaba ver las fotos, escuchar los comentarios de unos, de otros, lo que más gustó, lo que se cambiaría, y apuntarse a más viajes, ¡porque éste viaje fue un gran viaje!.



Oscar Ronda Prieto.
Relaciones Públicas

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